La Unión Europea ha aprobado la Ley de Servicios Digitales (DSA en inglés). Esta ley pretende hacer más segura la venta online de entradas, haciendo frente a los problemas que puedan surgir en estos procesos. Entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Las medidas que se han tomado han sido tres: que los vendedores de entradas sean identificables; que se hagan informes anuales sobre transparencia y que se eviten tácticas de venta manipuladoras.
En cuanto a la identificación de los vendedores de entradas, los sitios web deberán solicitar información a dichos vendedores (nombre, contacto, información bancaria, etc.). Hay que señalar que esta medida también afecta a las webs de reventa, a las que exige responsabilidad sobre las ventas que se realizan en ellas.
Junto a ello, en estos sitios web se prohíben las interfaces confusas. Es decir, se prohíben las pop-ups, y no se podrá utilizar el diseño para engañar a compradores.
En cuanto al informe anual a realizar, las webs de reventa y venta deberán informar de la actividad existente durante el año. Con ello se pretende evitar cualquier actividad sospechosa.
Las penalizaciones pueden llegar hasta el 6% de la facturación global de las plataformas.